Cuando empezaba a estudiar derecho civil, un profesor nos dijo una máxima del derecho que dice “ los contratos son lo que son, no lo que las partes dicen que son”.
En el ámbito del derecho inmobiliario hay muchas veces confusión ente el tipo de contrato que se firma y lo que realmente es el contrato, por eso hay que denominar al contrato correctamente y hacer que el contenido sea el adecuado a esa nomenclatura.
También muchas veces las partes establecen cláusulas contra legem o no se establecen expresamente, como debe de hacerse en ciertos casos, o no se tiene en consideración si uno de los contratantes es un profesional y la otra parte es consumidor…..
De ahí la importancia de conocer el alcance y significado de los términos jurídicos e incorporarlos correctamente a los contratos y documentos que se firman.