EL SILENCIO ES UNA MALA SOLUCIÓN

A estas alturas me sigo  encontrando situaciones que no acabo de comprender.

En concreto me refiero a operaciones que se habían iniciado y en la que surge algún problema.

La característica del problema puede ser muy diversa, tanto de hecho como de derecho.

Hace poco tuve un caso en el que  surgió un problema con la parte vendedora, un matrimonio que estaba divorciado, y resulta que la agencia inmobiliaria los había contactado de forma individual y por separado.

La parte compradora contacto con la agencia e incluso llegó a firmar un contrato de compraventa con pacto arras  y entregar una cantidad que se quedo en depósito la agencia.

La agencia citaba a las partes por separado para  la firma (algo que no es lógico).

Surge un problema, problema y uno de los vendedores no quiere vender.

La agencia en vez de ponerlo en conocimiento de la parte compradora y darle una solución, bien dirigida a anular la operación y devolver la cantidad entregada,  o bien  dirigida al cumplimiento del contrato,  lo que hace es no decir nada, silencio y desaparece.

Utiliza la táctica de no contestar al teléfono, ni a los mensajes que se le envían por otros medios.

La parte compradora tuvo que contratar un  abogado (yo) para poder finalmente obtener la devolución de la cantidad que había entregado a la inmobiliaria, ya que el cumplimiento de la obligación de venta no se podía llevar a cabo por la actuación negligente de la inmobiliaria.

El silencio y la falta de información al cliente es algo que no debe de estar presente en nuestra actividad profesional.

NOTA: La táctica de hacer firmar a las partes por separado me la he encontrado en otras dos inmobiliarias, curiosamente de la misma franquicia.

PD: Recuerda que tengo una MEMBRESIA