Por regla general suelo rechazar a clientes que vienen rebotados.
Hay clientes que viene a mitad de un procedimiento judicial o para una fase final del mismo, o para que le revise una operación que ya han realizado.
Cuando un cliente acude a contratar mis servicios en estas condiciones por regla general no suelo aceptar el encargo.
La mayoría de las veces vienen a que les resuelvas un marrón, o no son buenos pagadores, o son problemáticos en su forma de actuar, son mil causas las que hacen que el encargo deba de rechazarse.
Es muy importante saber decir que no.
En la actividad inmobiliaria se producen situaciones similares.
Por eso es muy importante analizar al cliente, y en caso de contratación, dejar claro todas las condiciones por escrito de una forma clara y que no de lugar a confusión.
Hasta mañana.
PD: Recuerda que tengo un membresía